Fecha: 22 de mayo
Ponentes: Miembros de Slow Food Las Palmas
La principal causa de los problemas alimentarios es la agricultura intensiva, ésta genera degradación del suelo y envenenamiento del agua.
Las industrias alimentarias se fundamentan en crear nuevos productos a través del estímulo del consumo compulsivo e inconsciente, contrarrestando las críticas a través de la publicidad.
La expresión más clara de las multinacionales son los transgénicos: la industria dueña de la vida.
Vivimos apresurados, el reloj nos domina, no tenemos tiempo.
Slow food se opone a la comida rápida y a la desaparición de las tradiciones alimentarias.
Slow Food, es una asociación internacional ecogastronómica, fundada en 1986 en Italia por Carlo Petrini, un periodista gastronómico que se rebeló contra la fast food.
Adjetivos claves para que un alimento sea de calidad:
Defendemos la
biodiversidad porque no podemos depender para nuestra alimentación de tan sólo unas pocas variedades de alimentos. Si de la papa, del maíz, de la soja o del trigo contamos con cientos de
variedades ¿por qué se están cultivando sólo dos o tres? Por motivos económicos; y algo más demencial, los transgénicos, que por supuesto estamos en contra, por motivos ecológicos y
socioeconómicos.
Defendemos el placer que la comida nos dá no sólo a nivel sensorial sino también social. La alimentación es un hecho cultural diferenciado que se ha adaptado al medio. Con la fast food se nos
iguala con un rasero, no hay espacio para la creatividad de los platos populares, comemos una big mac igual en Madrid que en Pekín.
Slow Food está presente en unos 100 países y se dividen en pequeños grupos locales llamados Convivias o Conviviums. Hay unos 850 y aumentando. Cada grupo crea sus propias actividades según su
entorno.
El nuestro se llama "Slow Food Beletén Canarias". Nuestras actividades:
El movimiento Slow Food es parte de una filosofía vital slow; no es estar contra el progreso sino apoyar una sostenibilidad vital. Hacer compatible el trabajo, la familia, los amigos, la salud, la pareja, etc..dedicarles el tiempo justo a cada uno, no ser esclavos del reloj.
En el libro de Carl Honoré "Elogio de la lentitud" describe muy bien esta idea.
Se puede lograr esto en un entorno vivible como en el de las ciudades slows o "cittaslows".
Vivir slow es apresurarse lentamente y por extensión en el trabajo, educación, medicina, sexo, etc. Vivir slow fomenta la educación por el gusto y la creación de un ritmo más humano, más lento.