Fecha: 19 de febrero
Ponente: Herminia Fernández
Terapeuta de Shiatsu y profesora de la Escuela Internacional de
Shiatsu
En 1901 nació el shiatsu como tal, pero en verdad viene de atrás. En realidad, estamos practicando shiatsu todo el día sin saberlo, porque es donde el cuerpo pone la atención.
Shiatsu es una técnica japonesa con orígenes chinos. Se formó adoptando:
El objetivo primordial es resolver la enfermedad tratando de equilibrar la energía del ser humano (su patrón energético).
Shiatsu
significa presión (shi) con los dedos (atsu). También se puede usar la presión con las palmas de las manos, rodillas o codos. La presión no es invasiva sino
penetrante, pide permiso. Se produce un intercambio energético entre el que da y el que recibe.
La secuencia del Shiatsu parte del diagnóstico de la persona (cadencia de voz, movimiento corporal, olor corporal, actitud, etc.), después con las relaciones (relacionamos síntomas con comportamiento y órganos -ej: gastritis con preocupación por los demás-. La práctica comienza con la palpación en el Hara y es importante estar centrado para el masaje. El Hara es el mapa energético donde se refleja el cuerpo y la energía de cada órgano o viscera y refleja nuestro centro vital.
El shiatsu detecta el flujo energético, cómo está canalizada la energía de la persona. El sistema energético tiene canales que llamamos meridianos y en éstos hay puntos llamados tsubos y cada tsubo tiene determinadas indicaciones, propiedades o cualidades. Cada meridiano está conectado a un órgano o víscera y nos puede decir cómo puede estar la energía de la persona.
Todo está unido, todo está relacionado. Cada órgano con su meridiano tiene color, sabor, olor, emoción y características que conforman el cómo actuamos. El shiatsu es un enfoque global (cuerpo, emociones y espíritu) y no se puede separar. Una emoción estancada durante tiempo en nosotros puede provocar síntomas y enfermedad. Todo se refleja en el patrón energético.
Shiatsu trabaja en el SNC (sistema nervioso central), relaja y mantiene el patrón energético equilibrado. Y favorece el poder de regeneración del cuerpo. Trabaja dispersando o nutriendo según esté el punto kyo (vacío) o yitsu (lleno), siempre con el objetivo de crear equilibrio.
Al masajear, envío energía y recibo contestación: cambio de ritmo, pulsos, tensión, relajación, etc. El masaje requiere una presión sostenida y progresiva, no invasiva ni brusca.
No es conveniente el shiatsu en la mujer embarazada en los tres primeros meses, pero después es ideal.
Hay puntos potentes como (IG4) el gran eliminador, que activa y abre pulmón e intestino grueso facilitando la eliminación.
Shiatsu es un masaje cuyo objetivo es que la energía fluya, no se estanque y cree equilibrio para, de esa forma, favorecer la regeneración del propio organismo.